Todas las pruebas siguen apuntando a que Carolina Calderón Álvarez y Daneida Álvarez Correa, la suegra y esposa respectivamente, del profesor José Fernando Vargas Toro, fueron las autoras intelectuales del homicidio del docente.
A pesar de esto, ambas mujeres salieron de prisión por vencimiento de términos, es decir que se agotó el tiempo que tenía la fiscalía y los jueces para iniciar el proceso y juicios en contra de las acusadas.
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La defensa de las mujeres basó su solicitud en que según el Código de Procedimiento Penal: “La libertad del imputado o acusado se cumplirá de inmediato cuando transcurridos 150 días contados a partir de la fecha de inicio de la audiencia de juicio no se haya celebrado la audiencia de lectura de fallo o su equivalente”.
Para el juez que concedió la libertad de las sospechosas, los días se cumplieron y la defensa no tuvo nada que ver en las demoras procesales para llegar a la lectura del fallo, por lo que ambas mujeres quedaron en libertad este jueves 26 de noviembre. Las ciudadanas seguirán vinculadas al caso.
El homicidio del docente:
José Fernando Vargas Toro, de 62 años de edad y pensionado del magisterio, fue asesinado a tiros el 18 de septiembre de 2018 frente a la sede Rojas Pinilla, de la Institución Educativa Normal Superior del Quindío en Armenia.
La víctima había arribado al colegio en compañía de su esposa, en su carro para dejar allí a su hija de 6 años que estudiaba en la jornada de la tarde. Luego de que la niña ingresó al colegio acompañada de su mamá, un sujeto armado se le acercó al adulto y le disparó en repetidas ocasiones.
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Vecinos del sector de inmediato corrieron a auxiliarlo y la propia esposa de la víctima salió del plantel educativo, tras dejar allí a su hija, y tomó el automóvil para trasladar al profesional hasta la clínica del Café en Armenia, a donde lamentablemente murió minutos después, dada la gravedad de sus lesiones.
Familiares de don José Fernando denunciaron ese día, que en el sitio se encontraba una ambulancia cuyos paramédicos inexplicablemente no brindaron los primeros auxilios, ni se prestaron para el traslado del ciudadano hasta un centro asistencial.
Don José Fernando había laborado durante varios años en la institución educativa Luis Arango de La Tebaida y residía junto a su esposa y sus hijos en el conjunto residencial Jardín de Las Américas en Armenia.
Las incógnitas sobre su asesinato empezaron a resolverse tras la captura de alias ‘La Patrona’ y la banda ‘Los Flacos’ en La Tebaida, pues fue este grupo delincuencial el contratado para adelantar el homicidio.
Según la investigación, «La esposa y la suegra de la víctima le pagaron a la banda para que cometieran el homicidio y así apoderarse de su pensión y propiedades»
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