Luego de la grave situación provocada por los presos de varias cárceles del país, sumada a la crisis sanitaria causada por el coronavirus, el Inpec declaró la emergencia carcelaria que podría beneficiar con prisión domiciliaria a cerca de 10 mil presos.
El hacinamiento en las prisiones podría obligar al gobierno nacional a decretar la medida de detención en casa a estas personas que en su mayoría serían presos de más de 60 años de edad; madres gestantes y lactantes; personas con enfermedades graves; personas con discapacidad; y personas que hayan cumplido ya tres quintas partes de la pena.
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Esto siempre y cuando estas personas no estén privadas de la libertad por delitos graves como delitos sexuales, de lesa humanidad o contra el Estado. «La idea es que puedan salir personas que no sean un peligro para la sociedad», dijo la Ministra de Justicia Margariota Cabello Blanco.
El beneficio de detención domiciliaria se daría solo por tres meses, inicialmente. El Gobierno estaría trabajando en la redacción del decreto, y se espera que en los próximos días se pueda hacer efectivo.
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