El pasado 19 de septiembre a las 7:00 de la mañana una mujer llamada Juliana Hernández se negó a viajar en un avión de Avianca en un vuelo Medellín – Bogotá, porque, según ella, en el mismo vuelo viajaba un ex guerrillero de la Farc y ella se negaba a viajar con “terroristas”. La señora incluso le tomó una foto al señor, quien resultó ser un simple profesor pensionado que acompañaba a su mujer a una cita médica a la capital de la República.
Juliana Hernández, esposa del Senador Alfredo Ramos, hijo del patriarca (antes conservador y ahora uribista) Luis Alfredo Ramos, quien incluso ha estado preso por parapolítica, lo juzgo como guerrillero solo por tener una gorra verde con una estrella roja en el centro, como si todo el que tuviera algún símbolo de izquierda en su ropa fuera un guerrillero, en un claro ataque discriminatorio a cualquier cosa que se oponga a la ultraderecha que profesa el uribismo.
Lea también: Corte Suprema de Justicia pide a la Cámara investigación a Uribe Vélez por escándalo de las chuzadas
La ciudadana, cuyo suegro fue llamado el 18 de septiembre, un día antes del ‘berrinche’, por la Corte Suprema de Justicia en la investigación por los sobornos a jueces y magistrados, no pudo bajarse del vuelo, pues los funcionarios de la aerolínea le recordaron que su actitud era un acto de discriminación.
Hacia las 6:00 de la tarde de ese mismo día el uribismo posicionó en twitter un hashtag reclamando “sanción social al terrorismo” y tratando a la pasajera como heroína.
Lo que se preguntan ahora muchos internautas es ¿por qué no piden sanción social también para quienes son investigados en el Centro Democrático por corrupción y parapolitica?
En un twitter @AndrsTrece, hijo del hombre fotografiado y tildado falsamente de guerrillero, mostró su indignación ante la acusación y explicó que la gorra se la había regalado él mismo a su papá.
El berrinche y posterior trino de la señora Juliana pareció ser otra cortina de humo para desviar la atención que el país debía tener sobre Luis Alfredo Ramos investigado por corrupción, pero no le quedó de otra que rectificar, escuetamente en otro trino, diciendo que tal vez se equivocó, pero que las Farc merecen una sanción social.
Le puede interesar: El caso de corrupción Odebrecht que salpica al Uribismo y al Santismo, explicado con dibujos
La rectificación apareció en twitter a las 11 de la noche del 19 de septiembre, pero media hora después fue borada para publicar un nuevo tweet en el que pide excusas con el nombre y apellido del señor agraviado. También dice que «cometemos errores constantemente por prejuicios innecesarios».
Vemos así cómo se torna esta campaña electoral creando odios desde el uribismo, que además le sirven para desviar la atención, en una apuesta de la ultraderecha que parece estar dispuesta a no tolerar ningún símbolo, actitud, idea o concepto que aluda a la izquierda.
Este tipo de acciones son peligrosísimas, pues ponen en riesgo la integridad de personas de bien que piensan diferente al status quo conservador o ultraconservador dominante en el país.
Quisimos desde 180gradosquindio.com revisar el twitter de la ciudadana este jueves 21 de septiembre, pero la señora ha cancelado su cuenta en esa red socia, luego de que todo un país mostrara su indignación ante su reprochable actitud.
Este fue el tweet:
Vía Alejandro Mantilla.
Compartir en: