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La corrupción en el santismo y el uribismo tiene nombre y es Odebrecht

El Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, reveló este martes que el exsenador Otto Bula Bula, capturado por el caso Odebrecht, le habría girado un millón de dólares a la campaña del presidente Juan Manuel Santos, en el año 2014.

Odebrecht es una firma que protagoniza un escándalo mundial por sus prácticas corruptas para obtener contratos mediante sobornos y financiación de campañas.

Precisamente la semana pasada se supo que la firma había financiado parte de la campaña presidencial del uribista Óscar Iván Zuluaga a la que le habrían entregado 1,2 millones de dólares por medio de giros a cuentas en el exterior.

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Es decir, que en la segunda vuelta presidencial la corrupta firma ganaba con cara o con sello. Los colombianos fueron entonces los perdedores, que no tuvieron opción pues les tocó votar por una campaña corrupta en contra de otra campaña corrupta.

El escándalo en Colombia apenas comienza, pero en Brasil las investigaciones contra Odebrecht lograron tumbar a la presidenta Dilma Rousseff.

Es por eso que el temor en el partido de gobierno y en el uribismo se reflejaron de inmediato. Tan pronto el Fiscal hizo el pronunciamiento, desde la presidencia de la República salieron a defenderse atacando al uribismo y señalándolo de ser el autor de este ‘supuesto’ montaje, en su búsqueda desesperada por limpiarse del escándalo de corrupción.

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Entre tanto la semana pasada, cuando se conoció de la entrada de dineros a la campaña de Zuluaga, el senador Álvaro Uribe Vélez salió a decir que su excandidato presidencial debía someterse al comité de ética del Centro Democrático, pues supuestamente nadie más dentro del partido sabía de esos dineros. Al final Zuluaga no fue sometido al supuesto comité y Uribe dejó la investigación en manos de la Fiscalía, pues su pupilo dice que en el momento de los acuerdos con Odebrecht, esta firma no era señalada de ninguna ilegalidad. Eso sin contar con

El problema para ambas campañas es que, sin importar si la firma estaba o no investigada cuando les entregó dineros para financiarlas, ya hay políticos presos por este escándalo. Se trata del viceministro de Transporte del Gobierno de Uribe, Gabriel García Morales, y el excongresista costeño Otto Bula, amigo cercano de Mario Uribe, primo del expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien también ha sido investigado por parapolítica.

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Según la Fiscalía, el exviceministro habría recibido 6,5 millones de dólares y Otto Bula otros 4,6 millones en sobornos para adjudicar la Ruta del Sol entre Ocaña y Gamarra, Norte de Santander, a la constructora Odebrecht.

En este caso son investigados también varios miembros del partido Cambio Radical del vicepresidente Germán Vargas Lleras, toda vez que los contratos por infraestructura en el país son principalmente manejados por la vicepresidencia de la República.

El escándalo estalló justo cuando inician los primeros debates sobre quiénes serán los candidatos presidenciales para 2018. Es por eso que el caso de corrupción no pasa inadvertido para precandidatos como Jorge Enrique Robledo y Claudia López, dos nombres que suenan como fuertes contendores a la maquinaria Uribe-Santista que domina el panorama político, pero que se podría verse fuertemente golpeada en las urnas si Robledo o López logran materializar el inconformismo de los distintos sectores del país

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Claudia López desde ya se montó en una campaña en contra de la corrupción, mientras que Jorge Enrique Robledo viene desde hace años proponiendo su denominado «Nini», Ni con Santos, Ni con Uribe, frase con la que se ha opuesto a políticas como la Reforma Tributaria, la venta de Isagén y ha denunciado graves casos de corrupción de los últimos cuatro gobiernos en Colombia.

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