Saltar al contenido

Avance científico en la Uniquindío permite nuevo proceso para potabilizar el agua

Docentes Investigadores de la Universidad del Quindío descubrieron un proceso nuevo y único para potabilizar el agua y evitar el consumo de los parásitos responsables de enfermedades por diarrea en niños.

Parásitos que antes se creía no sobrevivían en el agua potable, fueron descubiertos con este estudio 100% quindiano que se anunció después de que pasara por todos los controles y evaluaciones para demostrar que el método sí funciona.

Lea también: Inconsistencias en EPQ podrían llevar a aumento de tarifas de agua y alcantarillado en el Quindío

“Nos sentimos muy orgullosos y el Quindío se tiene que sentir también muy orgulloso de que sea pionero en este método que esperamos va a lograr tener una reducción en los niños que mueren por toxoplasmosis o en los niños que tienen diarrea por Cryptosporidiosis, que son los más importantes, aunque hay otros que estamos estudiando”, expresó Jorge Enrique Gómez Marín, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Uniquindío, en artículo publicado por La Crónica del Quindío

«Con este estudio la Universidad del Quindío lidera a nivel nacional los estudios de parásitos en el agua como el Toxoplasma, que siempre se relacionaba con el contacto con gatos, y ahora se evidencia que se debe al agua tratada que pasa por el acueducto. Gracias a este avance, se está entendiendo por qué el parásito tiene tanta relevancia y por qué la mitad de la población colombiana padece esta infección», indicó Gómez Marín.

El nuevo proceso de limpieza de agua potable fue el resultado del trabajo del Grupo de Estudio de Parasitología Molecular de la Universidad del Quindío -Gepamol-, adscrito al Centro de Investigaciones Biomédicas de la Facultad de Ciencias de la Salud; la Sociedad Colombiana de Pediatría Capitulo Quindío; con el apoyo de Colciencias y de las Empresas Públicas de Armenia -EPA-, quienes ahora podrán reducir la presencia de parásitos mediante este nuevo estudio de monitoreo diferente al cloro.

Según el mencionado decano y fundador de Gepamol, el avance científico es el primer método que logra obtener resultados comparables. “Logramos hacerles control de calidad con Aglae, una empresa francesa que se encarga de hacer control a todos los laboratorios europeos que hacen estos estudios en el agua para parásitos y tuvimos resultados mejores que muchos laboratorios de la agencia del medio ambiente de Estados Unidos”.

Le puede interesar: Se está agotando el agua en el Quindío

 

Cuidado con el agua de la llave

El proyecto denominado de ‘Estandarización y evaluación de un método molecular de detección y viabilidad de ajustes de giardia sp, blastocystis y ooquistes de cryptosporidium y toxoplasma a partir de muestras de agua potable’, se realizó durante tres años.

“Cuando empezamos a hacer los estudios de cómo estaba la situación de parásitos, nos sorprendió ver que el 37% de las muestras tienen toxoplasmosis, incluso en agua de la llave. Estos parásitos uno los encuentra por métodos moleculares, si uno lo hace por los métodos normales, no. Casi el 20% de las muestras de agua tratada tienen cryptosporidium y otro tanto, que le sigue muy de cerca, tiene giardia”, añadió.

La giardia puede provocar diarrea en los menores y en algunos adultos, pero es fácil de controlar. Por otro lado, el toxoplasma produce problemas en los niños e infección congénita, es decir, que si una mujer embarazada toma agua de la llave y esta contiene el parásito puede transmitir la infección a su hijo. El toxoplasma es considerada la primera causa de ceguera congénita en niños entre 0 y 4 años.

El cryptosporidium es el parásito más peligroso, pues es la segunda causa de muerte por diarrea en los niños. “Normalmente los médicos sabíamos que la diarrea la producían bacterias que son muy conocidas como salmonela y escherichia coli; pero ni siquiera los parasitólogos sabíamos sobre las consecuencias del cryptosporidium. Eso es un descubrimiento nuevo que transforma la manera en que vemos estos parásitos, que afectan principalmente a los niños”, comentó Gómez Marín.

Agregó que la única manera en que pueden ser eliminados estos parásitos es hirviendo el agua, pues son resistentes al tratamiento de limpieza con cloro.

A partir de esta primicia científica, los investigadores crearán un una red de trabajo con los laboratorios de las empresas de agua del país, que permita trasladar el conocimiento a estas empresas prestadoras, así como a instituciones educativas y otras entidades, con el fin de implementar el nuevo proceso de medición único en Latinoamérica para detectar otros parásitos que no son eliminados con el tradicional proceso del cloro en el agua.

Compartir en: